¿Para qué?

¿Para qué alcohol o tabaco habiendo música y libros? ¿Para qué lágrimas si hay sonrisas? ¿Para que llorar sólo teniendo el hombro de alguien? ¿Para qué tristeza si hay felicidad? ¿Para qué rayadas si hay diversión? ¿Para qué estar en casa si está la calle? ¿Para qué estar serio si se puede hacer el cabra? ¿Para qué amor si está la familia y los amigos? ¿Para qué perder nada si puedes ganarlo?

Nada es para siempre.

Los 'para siempre' acaban en un minuto.
Las promesas no se cumplen.
Lo de 'te querré hasta con 60 años' es hasta los 15, si llega.
Nada es para siempre, todo en algún momento se tiene que acabar, porque por mucho que alguien esté echo para otra persona, por medio habrá otros miles de personas intentando separarlos, o si no, el propio destino les separara, por unas cosas o por otros, siempre se acaban las cosas,

Que te voy a echar de menos joder.

Te voy a echar muchísimo de menos estos tres meses, van a ser tres meses inaguantables, no puedo evitar llorar mientras te escribo esto, seguramente no lo leas, pero si lo lees perdona, perdona por esto y por todo, por cada lágrima que te he sacado y por cada sonrisa que te he borrado, perdona por no hacerte cuando me decías "esfuerzate más" ahora daría lo que fuera por volver un poco atrás en el tiempo y eliminar todos los errores que he cometido, porque ahora lo pienso y me digo "joder, si esque he sido y soy tonta, macho.", sé que no te gusta que piense eso pero es la verdad, no me hubiese costado tanto, con ponerme un rato cada día podría quitarme de escribir esto, pero no, no lo hice, y mírame, sin poder contenerme de llorar, por lo gilipollas que fuí desde un principio, ahora no podré estar ahí ni el día de tu cumpleaños, ni cuando volvamos a hacer ningún mes, ni podré estar cuando tengas que deshagorta con alguien, contando lo que has hecho y lo que te ha sucedido durante el día, no estaré ahí cuando estes mal, deprimido, por lo que sea, no estaré ahí para poder sacarte una sonrisa cada día, no sé si estoy escribiendo bien porque las lágrmas me nublan los ojos, voy a echar de menos cada beso, cada abrazo, cada sonrisa y cada tontería a tu lado, esas que hacían de mis días los días más perfectos que he podido tener, los que me consiguieron hacer feliz y ahora no voy a poder tener nada de eso. Sólo espero que no te canses, que aunque no hablemos me sigas pensando tanto como dices que me piensas ahora, que sueñes conmigo cada noche y que me recuerdes siempre, por favor, sólo pido eso, nada más. Yo por mucho tiempo que pase te voy a amar tanto o más que ahora, no te voy a olvidar nunca, eso que quede claro. Y ahora me doy cuenta del poco tiempo que queda para que sea nuestro último día juntos antes de esos 88 días más o menos sin ti y me he dado cuenta de lo mucho que me importas. Joder, voy a echar de menos hasta las veces que llorabamos juntos, por tonterías sí, pero eran momentos en que hasta estando enfadados estábamos juntos y eso para mí significó mucho. No sé que voy a hacer ahora sin ti, sin tus consejos, sin ver tu sonrisa. Va a ser el verano más insoportable de mi vida, porque antes te tenía ti para contarte todo, pero ahora... ahora no tengo a nadie. Siento que contigo se va mi felicidad, las ganas de vivir que siempre me has transmitido, las veces que te he llorado contándote mis problemas, los abrazos tan sinceros que me dabas. Te voy a echar tanto de menos. Cada día que esté triste recuerdaré aquel 24 de noviembre en que te conocí, aquella tarde

A lo que sea que te pusiera en mi camino, no me queda más que agradecérselo.

Hoy quiero escribir palabras distintas a las que siempre te dedico. He decidido agradecerte lo único que eres, lo perfecto que vuelves mi entorno cada vez que estás a mi lado y lo feliz que soy cada vez que compartes tu tiempo conmigo. Porque me sacas una sonrisa hasta en el peor momento y haces que aprecie las cosas hermosas de la vida, es ese pedazo de cielo que obtengo cada  vez que apareces en mi camino. Es que junto a ti he aprendido lo increíble que es el amor y lo magnífica que es la vida cuando la recorres con alguien como tú de la mano. Basta con observarte un segundo para entender cuánto vales la pena.